El legado del príncipe de Cachemira



Título: El legado del príncipe de Cachemira

Autor: Reza Emilio Juma

Edición: Editorial Nazarí, 2015

Género: Narrativa

Número de páginas: 440

ISBN: 978-84-943947-8-2


Sinopsis…

En contra de lo que cuentan los escritos de la época. Alejandro Magno no murió en el palacio de Nabucodonosor II en Babilonia, sino que consiguió escapar de las conspiraciones urdidas contra él y se retiró a una aldea de las montañas de Cachemira, junto a Roxana, hija del mismo rey Darío, y el hijo de ambos, Alejandro IV.

Diez generaciones después, Gita, descendiente directo del gran Alejandro Magno, es un joven inquieto cargado de curiosidad y deseoso de experimentar nuevas sensaciones. Todo cambia con la llegada de Saray, una embajadora andalusí que viaja por todo el mundo para aprender la cultura y ciencia de cada país y transmite las maravillas de Al-Ándalus, paraíso terrenal. Con su llegada, Gita se da cuenta de que tiene un legado que cumplir, uno que cambiará el mundo para siempre.

El joven decide viajar desde la India hasta Córdoba. A lo largo de esta aventura visitará ciudades míticas del Oriente Medio y el mundo Mediterráneo. Gracias a su encanto, actitudes y aptitudes, forjará relaciones con poetas, guerreros, princesas, faraonas, emperatrices, califas y otros personajes legendarios de la época, quienes serán claves en su supervivencia. En la búsqueda de su legado, Gita aprenderá el verdadero significado de la lealtad, la amistad y el amor, pero también del dolor, la traición y la violencia.


Sobre el autor…

Reza Emilio Juma, nacido en Toronto, Canadá. Se tituló en Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas en la Universidad de British Columbia a una edad muy joven y posteriormente llegó a España. Ha trabajado en el ámbito académico como profesor e investigador de ciencias marítimas, relaciones internacionales, idiomas y literatura, y ha colaborado en varias publicaciones e investigaciones.

En 2014 publicó su primera novela, Mil besos, una aventura romántica basada en el esoterismo de los sueños y deseos y la obsesión de encontrar el verdadero amor.  Más de dos mil personas en más de treinta países y seis continentes conocen su obra que fue elegida por el Centro Andaluz de las Letras para salir en el “Escaparate Andaluz” en Sevilla. En Córdoba fue seleccionada para hacer un maridaje con un vino de una de las bodegas más antiguas de España, Pérez Barquero.

Gracias a la popularidad de la novela, Reza Emilio ha salido en más de una veintena de medios de comunicación entre la radio, revistas, periódicos y entrevistas televisadas. Persona compleja que ha recorrido medio mundo para tener una visión universal, nos presenta ahora su nueva obra, El legado del príncipe de Cachemira.


Mi opinión…

Cuando salió publicada esta novela me llamó mucho la atención. No sé decir a ciencia cierta el porqué, quizás porque usaba a Alejandro Magno como base de la historia o porque el periplo del protagonista se basaba en distintas y conocidas ciudades de la Antigüedad. El caso es que cuando se publicó, sentí la necesidad de leerla. Y aunque he tardado lo suyo en hacerlo, hoy os traigo mis impresiones sobre El legado del príncipe de Cachemira.

El autor comienza resaltando la importancia de la figura de Alejandro Magno y su papel en la Historia. Recordamos que Alejandro Magno fue capaz de llevar a Macedonia a la cabeza del mayor imperio de la época, venciendo incluso a los persas a pesar de que Grecia en general (debido a su formación de ciudades-estado y no como estado único) era más débil que sus enemigos.
Alejandro Magno, según cuentan las fuentes antiguas, descendía de dioses. Por parte de su padre descendía de Hércules y por vía materna, de Narciso.  El autor nos deja un breve y completo relato sobre la personalidad de Alejandro, al que se define como temperamental pero justo; bruto y cruel pero respetado.  También nos habla de sus hazañas como conquistador y de su boda con Roxana, hija del noble bactriano Oxiartes (aunque en realidad Roxana era hija de Darío III de Persia)

Según cuenta la Historia, Alejandro murió a la temprana edad de 33 años en el palacio de Nabucodonosor en Babilonia. Su Imperio quedó, tras muerte, dividido entre tres partes y en una de las revueltas que se produjo, también fallecieron su esposa y su hijo.

Pero el autor nos cuenta que las cosas no sucedieron así… y es que Alejandro Magno, junto a su esposa e hijo, huyeron hacia el Himalaya. Allí se establecieron en una aldea de la zona de Cachemira, vivieron muchos años y tuvieron una amplia descendencia.

Y todo esto quien nos lo cuenta es el protagonista de la novela, Gita, uno de los descendientes del gran Alejandro Magno.

La novela se divide en siete partes y el protagonista indiscutible de la misma, que también actúa como narrador, es Gita.

Gita vive una placentera vida en Cachemira. Es consciente de quién desciende y considera a su dinastía como a una nueva raza o linaje ya que descienden de dioses. Estos descendientes de Alejandro Magno son temidos y venerados por reinos vecinos, son muy sexuales (el sexo para ellos es algo normal, no es tabú) y viven en una situación idílica. Solo tienen un punto débil: su propio ego (heredado de Narciso)

La vida de Gita da un vuelco cuando aparece un día una joven andalusí, Saray, quien viaja por el mundo por orden del califa Abderramán III para conocer otras culturas y así enriquecer la ya de por sí vida cultural y artística de Al-Ándalus. Gita queda fascinado por todo lo que le cuenta la chica y en un momento de revelación se da cuenta de que su misión en esta vida es encontrar su legado. Y viajar a Al-Ándalus, una tierra de la que no sabe nada pero que lo tiene completamente fascinado.

Por lo que toda la novela se basa en el viaje de Gita desde Cachemira hasta Al-Ándalus, en pleno s.X. Así, Gita llegará a ciudades como Farah (Phrada), lugar de Asia del que se dice provienen los primeros habitantes de Europa, Isfahán, Babilonia, Bagdad, Damasco o Jerusalén son algunos de los lugares que Gita visita en su periplo. Y en muchas de estas zonas, nuestro protagonista comienza a dejar su legado (si leéis el libro, sabréis cuál es) a la vez que nos muestra la existencia de las tres religiones monoteístas que intentan convivir en paz en estos lugares: cristianismo, islamismo y judaísmo.

Esta es la parte que más me ha gustado de la novela, la de las religiones y como éstas en lugar de unir, separan a las personas. Gita critica la imposición de las creencias y aboga por ejercer una mayor libertad y respeto en este campo.

Otro aspecto interesante de la novela es el repaso que hace el autor, en boca de Gita, de la historia y cultura de cada zona que visita. Por lo que además de las vivencias del protagonista, que no son pocas, asistiremos a una lección de Historia bastante amena.
También me ha gustado, o más bien me ha hecho mucha ilusión, es que a Gita le hablan de mi ciudad, Elche.

Pero lo que realmente me ha sorprendido es el final. He de reconocer que mientras leía la novela no le encontraba mucho sentido a la idea de la misma. Sí, Gita es consciente de que tiene un legado que dejar y aunque se intuye a través de qué lo deja, no se sabe bien cuál es este legado. Al final de la novela se ve con claridad en qué consiste su legado y cómo éste ha llegado a nuestros días. Y he de decir que me ha gustado.

La narración de la novela es muy fluida y amena. Se lee fácilmente y entretiene bastante, a la vez que aporta información de interés. Pero vuelvo a insistir que el final es lo mejor pues es cuando todo lo que el autor nos ha estado contando se conecta y cierra la historia.


El legado del príncipe de Cachemira es una novela distinta, una novela que no sabes bien qué puede ofrecer pero que termina sorprendiéndote. A mí por lo menos me ha gustado. 


  • Agradezco a la editorial el envío de un ejemplar de esta novela para leer y reseñar
  • Imágenes tomadas de Google 

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