Título: Te lo
digo por escrito
Autor: Ángeles de Irisarri
Edición: Martínez Roca, 2006
Número de páginas: 341
ISBN: 84-270-3245-5
Pepita Santos Villaflor es una señora viuda con dos hijos
que en plena década de los años 20, esos felices años 20, se dedica a recorrer
la geografía española con su espectáculo de cuplés. Primero actuará sola, bajo
el nombre de Pepita de Lapentaine, en su Zaragoza natal. Luego, viajará con su
hija, Lola, y a veces, con su hermana, Conchita. Bien sea sola o acompañada,
Pepita no dejará jamás de escribirle cartas de amor, intimistas, sinceras, a su
gran amor: Carlos, un viudo al que conoció hacía unos años mientras los dos
honraban la memoria de sus respectivos cónyuges el día de Todos los Santos.
Pero Carlos no es trigo limpio y se dedicará a ir de flor en flor, utilizando a
Pepita y a otras mujeres hasta encontrar aquella que le ofrezca lo que él busca:
una posición económica estable.
Reconozco que cuando comencé a leer este libro no me
enganchó mucho. El libro está escrito en forma epistolar, por lo que en un
principio, leeremos las cartas que Pepita le envía a Carlos, para poco a poco,
ir leyendo también las cartas que recibe Pepita de sus hermanos o de su hijo.
Pero nunca leeremos ninguna misiva de Carlos, lo que hace que quede en nuestra
imaginación cómo es el personaje. A medida que iba avanzando la novela, me ha
ido enganchando hasta llegar a un punto que no la podía dejar. Me ha llamado la
atención una serie de datos, como que durante la Dictadura de Primo de Rivera
(la mayoría de la narración transcurre durante
este período histórico) se llega a prohibir cualquier tipo de pornografía,
cuando se sabe que el propio rey Alfonso XIII financiaba este tipo de
producciones. También conoceremos cómo era la vida de los artistas, sobre todo
de las femeninas, y cómo eran vistas por el resto de la sociedad.
Recomiendo esta novela. Al estar escrita en forma de carta,
la lectura es rápida. La autora, la cual conocía de oídas pero no había leído
nada de ella, utiliza un lenguaje sencillo, con expresiones de la época. Plasma
muy bien la psicología de cada personaje : Pepita, dependiente de ese canalla que se aprovecha de ella, a la vez que
intenta ser una mujer independiente en una época en la que las que lo
intentaban , recibían una serie de calificativos nada agradables y Carlos, un auténtico sinvergüenza y vividor.
Sorprendente el final de Pepita (no os cuento nada que al final os chafo la
historia)
Pues no me llama demasiado la atención así que no intentare hacerme con el. Gracias por la reseña.
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