Título: La
vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades
Autor: Anónimo
Editorial: Aguaclara, 1989
Número de páginas: 109
Hacer la reseña del Lazarillo es algo que resulta fácil pues
casi todos nos hemos leído esta obra en nuestros tiempos estudiantiles, bien de
forma entera o en capítulos sueltos. Pero también es algo que conlleva cierta
dificultad, el hacer una reseña respetable, pues debido a ese amplio
conocimiento de la obra, se pueden obtener más críticas…
Me leí el Lazarillo cuando contaba 14 años, en mi primer año
en la Secundaria (no ha llovido nada desde entonces…) Ahora he tenido que
releerlo por cuestiones académicas (una, que se niega a quedarse de brazos
cruzados y sigue estudiando…) No me ha resultado difícil leer de nuevo esta
obra, aunque todos sabemos que el lenguaje que emplea no es muy común.
Siempre me ha gustado el Lazarillo. La obra, cuya autoría se
desconoce con certeza, es totalmente crítica con la sociedad de la época
(hablamos de la primera mitad del s.XVI, en pleno Renacimiento). Critica a la
nobleza, en especial a la honra, algo que hace que muchos vivan por encima de
sus posibilidades, aparentando lo que no son. Critica al estamento
eclesiástico, ya que muchos de sus miembros se saltan a la torera evitar prácticas prohibidas como la lujuria o la gula. Critica a la mendicidad a la que tenían
que recurrir gran parte de la población, algo que es aceptado hasta esta época.
A partir de entonces, la mendicidad será considerada como algo injusto o
antinatural.
El Lazarillo de
Tormes es una obra importantísima en la literatura española, ya que por primera
vez, se cuentan las hazañas de una persona normal y corriente, más bien de
condición baja, de sus múltiples aventuras en pos de conseguir una existencia
más digna. Y cómo esos avatares lo hacen ignorar asuntos que no son muy
normales…

Lázaro de Tormes, protagonista de esta obra, nos cuenta su
existencia en primera persona, en una narración en forma de misiva. Cuenta que
quedó huérfano a temprana edad y pronto su madre, debido a la dificultad que
tenía para sacarlo adelante, lo cede como guía a un ciego. Ahí comienzan las
andanzas del pobre Lázaro, ya que el ciego era de todo menos generoso y
benévolo con el muchacho. Pero estas acciones a las que Lázaro es sometido,
hacen que el joven agudice su ingenio y consiga salir adelante. Tras el ciego
vendrán 9 amos más (un clérigo, un escudero, un fraile, un buldero (señor que
vendía bulas eclesiásticas), un maestro de pintar panderos, un capellán, un
alguacil y un arcipreste). Con este último es con quien Lázaro encontrará la
estabilidad en su vida ya que tiene, por fin, un oficio (pregonero, oficio que
por cierto era muy mal visto en la época) y se casa con una muchacha (la cual,
según las malas lenguas, se entendía con el arcipreste) Pero a Lázaro, que ha
pasado mil y unas penurias, todo eso le es indiferente: prefiere vivir
ignorante a lo que piensan de él con tal de tener tranquilidad, un hogar y
alimento.