Título: La menorah de Petra
Autor: Carlos
Díaz Domínguez
Edición: Amazon,
2016
Número de páginas:
391
ISBN:
978-1539537618
Sinopsis…
En 1967 Araceli
Artigas es seleccionada para formar parte de un grupo de arqueólogos que,
financiados por la UNESCO, van a realizar a excavación más importante efectuada
hasta la fecha en la ciudad jordana de Petra.
A medida que
transcurren los días la convivencia en el grupo de los investigadores elegidos
se irá tensando a la vez que iremos conociendo su pasado, sus auténticas
personalidades y las verdaderas razones que los han llevado a viajar a Oriente
Próximo.
Pero ni Araceli ni el
resto de sus compañeros saben que sus vidas están a punto de sufrir un
trascendental giro: la Guerra de los Seis Días, la contienda que más ha marcado
el conflicto árabe-israelí, está a punto de estallar.
Buscaremos respuestas
en las arenas del desierto y en los intricados callejones de Jerusalén, y las
hallaremos en La menorah de Petra.
Sobre el autor…
Carlos Díaz Domínguez nos cuenta que vino al mundo una fría
noche del mes de noviembre de 1959, en una casa llena de libros ubicada en la
madrileña calle de Hermosilla. Sus padres fueron personas muy viajeras, algo
que sin duda le transmitieron en los genes. Fue un niño soñador, imaginativo,
curioso e inquieto. A lo largo de los años ha leído para vivir y ha vivido
leyendo, y si alguna vez se pierde se le puede encontrar en la butaca de un
cine o de un teatro.
Lo primero que escribió, con pretendido rigor literario,
fueron relatos de viajes, allá por los años noventa. En el año 2000 afrontó su
primer reto : Los impares de Sagasta,
novela que se publicó en el 2006 (Editorial Arráez) Desde ese momento no ha
parado de escribir historias a través de los personajes que ha ido creando : Los ascensores dormidos de La Habana
(Arráez, 2007), Tres colores en Carinhall
(Ediciones B, 2011), Lágrimas sobre
Gibraltar (Ediciones B, 2012) y A las
ocho en el Novelty (Ediciones B, 2014) También ha publicado dos novelas
cortas y varios relatos dentro de libros colectivos.
Mi opinión…
Hoy os traigo una novela que me ha dejado tan buen sabor de
boca que me resulta complicado hacer la reseña sin entusiasmarme demasiado y
terminar metiendo un spoiler como una casa. Y es que hoy os traigo una de las
mejores novelas históricas que he leído en los últimos meses.
La trama arranca en 1967. La UNESCO aprueba una misión
arqueológica en Petra (Jordania), capital del desconocido reino nabateo. Hasta
la fecha, es el mayor presupuesto que se ha aprobado para trabajar en un país
árabe. Lógicamente, esta misión es un caramelito para cualquier arqueólogo ya
que se trata de trabajar en uno de los lugares más legendarios y atractivos de
la Historia y que es más que seguro que encierra en su interior más de un
hallazgo importante.
Para cubrir esta expedición, la UNESCO determina que los
arqueólogos que la componen sean de diversas nacionalidades: ruso, jordano,
norteamericano, francés e italiano. Pero el rey Hussein de Jordania, lugar en el que se encuentra Petra, se niega a
que un ruso pise su territorio por lo que él mismo propone al nuevo candidato :
un español. Esto es debido a la relación de amistad que el rey hachemita tiene
con Francisco Franco.
Así es como Araceli
Artigas, profesora en la universidad de Madrid y directora del yacimiento
de Segóbriga (Cuenca) se une a esta expedición. El resto de sus compañeros son Laurent Didot, catedrático de Historia
Antigua en la Sorbona; Abdallah Obeidat,
arqueólogo jordano; Giampiero Ferrini,
apasionado de la vida de Jesús y de la arqueología. El último miembro es una
arqueóloga norteamericana que a última hora sufre un imprevisto personal y no
puede unirse al equipo. Su lugar lo ocupa Linda
Cobbs.
Desde el primer momento, se nota el interés político y
económico de los países implicados en el proyecto. Así, la idea de que Italia
envíe a un especialista en la vida de Jesús no es casual…al igual que la
elegida norteamericana sufra un percance y sea sustituida a última hora por
otra colega… Y es que todos están expectantes por lo que pueda surgir en Petra
y no quieren perderse nada de lo que pueda pasar. No os voy a desvelar la
verdadera naturaleza de cada uno…tan sólo decir que sorpresas las hay…y muchas.
Otro personaje que se encuentra en la expedición es Patrash Pasha. Es el fotógrafo oficial
del proyecto y al igual que otros muchos componentes, no es tan transparente
como creíamos.
La situación política en esta zona del planeta es de todo
menos tranquila. Desde que en 1947 las Naciones Unidas estableciesen la
partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, la tensión en la
zona fue aumentando. Tan solo un año después, el Estado de Israel declaró su
independencia lo que supuso un enfrentamiento bélico con sus vecinos de países
árabes quienes se negaban a aceptar el plan impuesto por la ONU. Finalmente,
Israel confirmó su independencia, con reconocimiento internacional, ampliando
sus fronteras más allá de lo marcado por el plan inicial de la ONU.
Egipto, gobernado por Nasser
y aliado de la URSS, es uno de los países que se niega a aceptar al estado
israelí. La situación de Jordania es la de no inmiscuirse en este tema, a pesar
de ser un país árabe, lo que le lleva a continuas provocaciones por parte del
mandatario egipcio.
En medio de este tira y afloja, a principios de junio de 1967,
estalla lo que se conoce como la Guerra de los Seis Días (5 al 10 de
junio) que enfrentó a Israel con una coalición de países árabes ( Egipto,
Jordania (quien termina por posicionarse), Irak, Siria)
Y es precisamente este episodio histórico el que pilla de
lleno a la expedición arqueológica, la cual, obviamente, se suspende. El
siguiente paso es la evacuación de sus componentes a sus países de origen, lo
cual resulta más que complicado.
Y hasta aquí os cuento. Es precisamente esta última etapa de
la novela la que más me ha enganchado.
Aunque ya la novela desde el principio me ha atrapado (al fin y al cabo habla
de arqueología y de Historia), la última parte (cuando estalla el conflicto) es
la que me ha resultado poco menos que vertiginosa. No podía dejar de leer, la
necesidad de saber qué iba a pasar con los personajes era más que urgente.
Hasta el mismo final, las sorpresas están presentes y el desenlace, por lo
menos a mí, me ha dejado con la boca abierta.
Y todo ello es gracias a la excelente narración de Carlos
Díaz Domínguez y un gran y laborioso
trabajo de documentación. Cosa que siempre digo es de agradecer, ya que
prácticamente nos transportamos hasta Ammán, Petra y Jerusalén desde la primera
página.
Los personajes están muy buen construidos. Desde el que
creemos es el más insignificante hasta el protagonista principal. Todo y cada
uno de ellos tiene una complejidad y una realidad fuertes, lo que hace que nos
impliquemos al cien por cien en la lectura.
Es la cuarta novela del autor y me congratula decir que
seguiré leyendo su obra y que cada novela supera a la anterior. Como ya he
comentado, la narración es fluida, envolvente, ágil y amena. Desde el principio
nos sumergimos de lleno en la historia gracias a la estupenda ambientación que
consigue el autor.
A título personal me ha gustado mucho el poder conocer un
poco más los motivos del conflicto árabe-israelí, tema en el que reconozco ando
un poco verde.
Decir que me ha gustado esta novela es poco. Sin lugar a
dudas, es una de las mejores novelas históricas que he leído en mucho tiempo y
que sin duda, os recomiendo.
- Agradezco profundamente al autor el envío de un ejemplar de esta novela para leer y reseñar
- Imágenes tomadas de Google
Como historiadora del arte, creo que me gustaría. Si cae en mis manos la leeré. Besos y gracias por tu recomendación
ResponderEliminarPese que está gustando mucho, a mi no termina de convencerme. No se porque.
ResponderEliminarUn beso ;)
Totalmente de acuerdo contigo: una gran novela que disfruté mucho. Me encantó la forma tan sencilla en la que Carlos explicó algo que para mí era ininteligible (las raíces del conflicto)
ResponderEliminarBesos