Mi hija Hildergart



Título: Mi hija Hildergart

Autor: Eduardo de Guzmán

Género: Drama, Caso real

Edición: Plaza & Janés, 1977

Número de páginas: 256

ISBN: 8401435757


Sinopsis…

Esta obra no es una novela, sino un reportaje, un reportaje de unos hechos alucinantes. Porque la vida y la muerte de Hildergart Rodríguez tienen mucho de asombrosas y poco de tranquilizantes o de vulgares. Es una mujer extraña que, ya antes de su nacimiento, aparece siempre bañada en una luz irreal, moviéndose en un clima onírico, respirando un aire fantasmal. Abundan en su historia hechos que superan la capacidad de comprensión de muchos personajes (ella misma o su madre) que aparecen arrancados de una angustiosa y obsesiva narración de Poe o Kafka.


Sobre el autor…

Eduardo de Guzmán Espinosa (Villada, Palencia, 19 de junio de 1908 - Madrid, 25 de julio de 1991) fue un periodista y escritor español, de ideología anarcosindicalista. Autor de reportajes de prensa en los años de la II República, llegó a dirigir el diario cenetista Castilla Libre durante la guerra civil española. A su término, fue duramente represaliado y las circunstancias le obligaron a escribir novelas policíacas y del oeste bajo diversos seudónimos.


Mi opinión…

No sé cómo supe sobre el caso de Hildergart Rodríguez, aquella niña prodigio de la década de los años treinta del siglo pasado a la que su madre mató de un disparo cuando acaba de cumplir los dieciocho años. Supongo que algún origen me hizo tirar del hilo hasta dar con este caso y tanto me llamó la atención este suceso que me puse a investigar sobre él. Y es por ello por lo que descubrí el título de varios libros e incluso de una película (de Fernando Fernán Gómez)  basada en este suceso.

El libro que hoy reseño fue escrito por un periodista, Eduardo de Guzmán, quien conoció personalmente tanto a la madre como a la hija y quien nos cuenta de primera mano cómo conoció el crimen, cómo le impactó y qué opinión tenía sobre las protagonistas. Eduardo fue compañero del periódico en el Hildergart publicó alguno de sus artículos.

Y es que Aurora, la madre de Hildergart, no solo admitió ser la autora material de la muerte de su hija, es que además justificó el crimen de ésta alegando que era algo necesario.
Hildergart Rodríguez fue totalmente un producto fabricado por su madre. Ésta, una mujer bastante extraña, planificó toda la existencia de la chica y esto se traduce desde su propia concepción. El padre de la muchacha fue un marino y sacerdote con el que tiene una relación puramente sexual y comercial. Podríamos decir que más lo segundo pues a Aurora le repugna el sexo.

A través de una entrevista que mantuvo el autor, junto con otro compañero, a Aurora cuando ésta ya estaba en la cárcel tras el asesinato de su hija; es cuando conocemos a la verdadera Aurora. Mientras que para el entrevistador se trata de una mujer que ha perdido el raciocinio, para la entrevistada sus actos tienen una lógica y sólida argumentación. Y no está loca, quiere dar a conocer su versión del crimen. Crimen que conmocionó a todo el país y que tuvo diversas teorías (celos, amor incestuoso…)
Originaria de El Ferrol (A Coruña), Aurora era una mujer extravagante, de ideas tan claras como extrañas. Siempre quiso tener una hija desde niña pero sin tener que compartirla con ningún hombre. Este deseo se acentuó con el nacimiento de su sobrino, Pepito Arriola, un niño prodigio del piano al que la propia Aurora cuidó y crió.

Aurora quería una hija a la que modelar espiritualmente, a quien convertir en una especie de redentora de la humanidad. Una vez que descubre su embarazo, abandona su ciudad natal para instalarse en Madrid y corta relación con su familia.

En 1914 nace en Madrid Hildergart, cuyo nombre es también un invento de la madre pues directamente no existe. Es la unión de dos palabras en alemán: hilde, que significa conocimiento o sabiduría, junto a gart, que significa jardín. El nombre de Hildergart se podría traducir como “jardín de la sabiduría”

Obviamente, en aquella época, este nombre no tiene cabida en ningún registro civil por lo que la niña tuvo otro nombre oficial: Carmen.

 Aurora descubre un dato que la preocupa sobremanera: el padre de la niña ni era marino ni sacerdote, era un sinvergüenza sin escrúpulos que incluso llegó a abusar de una sobrina adolescente. Y esto le quita el sueño a Aurora pues su niña perfecta no lo es tanto por culpa de este personaje.
Hildergart, con tan solo tres años, ya sabe leer y escribir. A los diez es capaz de hablar y escribir perfectamente castellano, alemán, inglés y francés. A los trece comenzó la universidad, estudiando Derecho. A los catorce, se afilia a la Juventud Socialista madrileña y a la UGT. A esa misma edad es cuando publica su primer artículo y participa en un congreso político. Era una firme defensora y conocedora del marxismo. Precisamente, esta inclinación de la chica hacia el socialismo comunista es algo que empieza a no gustarle a su madre.

Hildergart se mete en política, es apresada y casi tiene que pasar por un Consejo de Guerra del que se salva por la llegada de la República en 1931, cuando ella tenía dieciséis años.  Fue una niña que no tuvo infancia ya que solo hacía que estudiar y formarse. Lectora voraz, se pasaba el día leyendo, sobre todo aquello relacionado con la Filosofía racionalista y la sexualidad.

Todos estos datos los vamos descubriendo a lo largo de la lectura. El autor, como ya he comentado anteriormente, acudió a entrevistar a Aurora a la cárcel, a petición de ésta, y además se trasladó hasta El Ferrol para indagar más sobre ella.

El 9 de junio de 1933, Aurora asesinó a sangre fría a su hija mientras ésta dormía. En el libro incluso se deja caer el dato de que Hildergart sabía lo que su madre iba a hacerle y que lo acepta sin rechistar, asumiendo pasivamente su final.

Aurora Rodríguez Carballeira  fue condenada por el asesinato de su hija sin tener atenuante sobre su incapacidad mental, cosa que la enorgullece pues ella siempre mantuvo la idea de que no estaba loca. 

Pasó el resto de su vida recluida en un psiquiátrico hasta su muerte, en 1955, a causa de un cáncer. Siempre mantuvo que mató a Hildergart porque era necesario, porque la chica se estaba desviando del camino que ella le había marcado. Simplemente, se negó a que su hija viviese una vida relativamente normal y la mató. Tan frio como real.

Hildergart Rodríguez era una joven prodigio simpática, alegre, optimista. Una chica que escribió libros, dio conferencias y luchó por una igualdad jurídica y sexual de la mujer. Una chica en la que muchos tenían puestas sus esperanzas y que no pudo hacer nada porque quien le dio la vida, se la quitó cuando vio que se le escapaba de las manos.

Precisamente esta reseña ve la luz (este libro lo leí hace unos meses) justo cuando se ha publicado la última novela de Almudena Grandes: La madre de Frankestein (Episodios de una Guerra Interminable, 5) que tiene como uno de los hilos conductores este caso de Hildergart y su madre. Ni que decir tiene que tengo muchísimas ganas de leer esta novela (aún no he empezado la saga) porque la historia de Hildergart y su madre me atrapó desde el minuto uno.

  • Imágenes sacadas de Google 


Comentarios

  1. No sabía nada de este caso. Uf, qué sangre fría... No me importaría leer este libro si se cruza en mi camino.
    Besotes!!!

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  2. Oooohhh pues no conocia el caso, voy a informarme a ver, y me llevo apuntado el libro sin duda!

    Besotes

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  3. Buenaas! Pues no conocía este libro pero parece que te ha enganchado bastante ^^
    Gracias por la reseña <3

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