Título: La vida de las paredes
Autor: Sara
Morante
Género: Narrativa;
Novela Costumbrista
Edición:
Lumen, 2015
Número de páginas:
149
ISBN:
978-84-264-0198-4
Sinopsis…
La vida transcurre
tranquila detrás de las paredes del número 16 de la calle Argumosa, o eso
parece… pues si uno se decide a entrar y a observar lo que allí sucede, oirá
hablar de gárgolas diabólicas que corretean por los tejados o de fotografías
que aprovechan la oscuridad para deslizarse entre los cuadros, y escuchará el
canto de un jilguero que pronto se quedará sin voz. Pero no es, aunque pueda
parecerlo, una casa encantada. Tras las puertas de este caserón de principios
de siglo vive gente corriente, una comunidad de vecinos que comparte sus
miedos, frustraciones, y secretos en torno a una escalera.
Sobre el autor…
Sara Morante estudió artes aplicadas en España e Irlanda.
Recibió el Premio Nacional de Arte Joven Pancho Cossío 2008 en la categoría de
ilustración y su trabajo en La flor roja recibió el Premio
Euskadi de Literatura 2012 en la misma categoría.
Ha ilustrado Señal, de Raúl Vacas; Diccionario
de literatura para esnobs, de Fabrice Gaiguault; Los zapatos rojos, de
H.C. Andersen ; La flor roja , de V. Garshín ; Xingú, de Edith Wharton ; Los Watson, de Jane
Austen; Casa de muñecas, de Patricia Esteban Erlés y Los
diarios de Adán y Eva de Mark Twain.
Mi opinión…
Hace unos tres años, más o menos cuando salió publicado este
libro, lo gané en un sorteo que se hizo en un blog. Decidí participar porque tenía
muy buena crítica y la alegría que me llevé fue muy grande pues tenía muchas
ganas de leerlo. Por diversos motivos no me puse con su lectura hasta hace unos
días en los que me acordé de él y me dispuse a devorarlo. Porque si hay algo que
tiene este libro es que se lee en nada.
La historia que nos cuentan sus páginas giran en torno a una
finca situada en una ciudad que no conocemos (cualquiera de la geografía
española nos valdría, la verdad) que conserva esta magnífica finca
señorial. Y es que el número 16 de la calle Argumosa se alza este imponente
edificio de casi un siglo de antigüedad, coronado por unas gárgolas que le
infunden un aire casi irreal al conjunto arquitectónico.
El edificio consta de un bajo en el que se ubica el portal y
la portería en la que viven Emilio y
Carmen, un matrimonio de mediana
edad que no vive su mejor momento. Hace unos años falleció el único hijo de la
pareja y este triste hecho hizo que marido y mujer se fuesen separando poco a
poco aislándose cada uno en su propio dolor.
El primer piso está habitado, en su totalidad, por la dueña
del edificio. Berta Noriega es una mujer soltera, mediana edad, sin hijos, que
vive de la renta que le genera el alquiler de la finca.
A la derecha del segundo piso vive la familia López Valero, compuesta por el
padre, Roberto, la madre, Luisa y el hijo, un niño de once años
llamado Vicente quien dice que puede
escuchar las historias que le cuentan los cuadros y fotografías que tiene en
casa. La parte izquierda está vacía. No
vive nadie en ese piso desde que falleció su antigua inquilina.
El tercer piso es compartido por Fernando Ruballo, un señor que se dedica a la venta de paraguas y
quien tiene como afición espiar a su vecina de planta. María es una joven veinteañera que se dedica a bordar. Es muy
pobre, pasa hambre continuamente y auténticas calamidades.
En el ático viven un artista
y su Musa. Una relación trágica,
llena de dolor, abandono y frustración entre otras cosas porque la Musa, una
antigua acróbata circense, no puede andar.
Y coronando todo este conjunto, tenemos las cuatro gárgolas.
Para todos los vecinos se trata simplemente de parte de la ornamentación, pero
para el pobre Emilio son seres malignos que buscan acabar con su salud mental y
posiblemente, con todos los vecinos.
Como se podrá adivinar a estas alturas, La vida de las paredes es
una novela corta que podríamos encuadrar dentro del costumbrismo ya que nos
habla de la vida cotidiana de un grupo de personas. Este tipo de novelas me
suelen gustar mucho y en este caso, no ha sido una excepción. Me ha impactado
mucho la historia de María, de su desesperación, del hambre que pasa y de las
estrecheces con las que vive. Pero lo que más me ha gustado, son las
maravillosas ilustraciones que acompañan al texto. Son bellísimas, exquisitas.
La vida de las paredes nos trae historias de soledades
compartidas, de cómo podemos vivir rodeados de personas y estar solos a la vez.
De cómo detrás de cada pared, de cada piso, de cada casa, se viven otras vidas
que no alcanzamos a conocer. Nos habla de que en realidad, nunca llegas a
conocer a las personas que conoces a
pesar de compartir espacio con ellas.
Una breve novela con unas estupendas ilustraciones que sin
lugar a dudas, dará qué pensar a quien se adentre en sus páginas.
- Imágenes sacadas de Google
Lo leí hace unos años y fue una grata sorpresa. Y las ilustraciones son una maravilla.
ResponderEliminarBesos
Lo veo mucho en la Casa del Libro y me encanta.
ResponderEliminarPues creo que disfrutaría mucho con esta novela. Me la apunto.
ResponderEliminarBesotes!!!
Una novela preciosa con unas ilustraciones maravillosas. A mí también me encantó aunque lo leí en digital y me encantaría haberlo leído en papel. Muy buena reseña! Bss
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