Kabul
Título: Kabul
Autor: M. E.
Hirsh
Edición:
Belaqva, 2006
Número de páginas:
620
ISBN:
84-96326-82-9
Sinopsis…
En verano de 1973,
cuando el último rey afgano es depuesto del trono, la familia de Omar Anwari,
leal ministro del gobierno, se desgaja al mismo tiempo que el país. Catherine,
su esposa estadounidense, pasa siete turbulentos años luchando por mantener
unida a la familia; Mangal, el primogénito, rompe con su padre por fidelidad a
su conciencia política; Saira, la hija que vive en Nueva York, se desgarra
entre dos culturas; Tor, el menor y el más apasionado de los tres, crece y se
convierte en el más valiente de los hermanos.
Kabul, una epopeya
sobre la guerra civil, intriga política y tragedia familiar, compone un retrato
épico, conmovedor y profundo de una nación orgullosa sumida en el más absoluto
caos. En ella, un puñado de afganos con diferentes intereses nos ofrecen muchos
puntos de vista, desde el fundamentalismo islámico hasta la tendencia
socialista de muchas mujeres cultas que luchan por sus derechos. En definitiva,
un relato adictivo de acción y suspense.
Sobre la autora…
M. E. Hirsh ha publicado artículos en Boston Globe, The Washington
Post y Los Angeles Times, sobre
temas tan diversos como Afganistán y la América indígena entre otros. Ha
publicado anteriormente Dreaming Back
y actualmente está trabajando en su próxima novela.
Mi opinión…
Hoy os reseño un libro histórico que me ha dejado un sabor
agridulce. Se trata de una novela que viene avalada por grandes escritores
(como Ken Follet o Doris Lessing) pero a mí no me ha convencido del todo. Y ese
pero tiene un “culpable”: la narración.
La historia arranca en el año 1973. Los protagonistas son la
familia Anwari, el padre, Omar, es ministro del rey Mohammed
Zahir, último rey de Afganistán, quien es depuesto por su primo y cuñado,
Mohammed Daud Kan el cual, a través de un golpe de Estado, proclama la
República de Afganistán.
Tras este cambio radical de gobierno, sucedido en julio
(concretamente el 17 de ese mes) de 1973, la familia de Omar Anwari vive una
grave situación. No sólo se cambian los esquemas políticos del país, si no que
los esquemas familiares también sufren un importante cataclismo. Máxime cuando
se sepa que, horas antes de la imposición del nuevo régimen, Omar dimite como
ministro. Esa duda, si realmente Omar estaba al tanto de lo que iba a suceder,
nos acompañará durante toda la novela y hará que sintamos una cierta reserva
hacia este personaje pues a pesar de ser alguien que parece haber sido leal a
sus convicciones políticas no está claro de que así sea.
Como decía, no sólo se rompe la armonía del país. Los Anwari
también viven un proceso de cambio y de desintegración que comienza cuando el
mayor de los hijos, Mangal, apoye de
forma abierta, tanto que incluso forma parte del gobierno republicano, el nuevo
cambio. Junto a él estará su valiente esposa, Roshana. Mangal es consciente de
que su familia puede crearles problemas, así que se encarga personalmente de
exiliar a sus dos hermanos. Saira
vivirá en Nueva York, donde ocupará un importante cargo dentro de ONU; mientras
que Tor será enviado a Moscú. Desde
allí, el muchacho se moverá entre módulos de resistencia anticomunista y se
meterá en algún que otro problema. Catherine,
la esposa de Omar y madre de los chicos, de origen estadounidense, hará todo lo
posible porque su familia vuelva a ser la misma de siempre.
A nivel histórico, ya sabemos que el golpe de Estado, que
pretendía introducir ciertas mejoras en el país que no se llevaron a cabo
debido, en parte, por el autoritarismo del presidente, fracasó. En abril de
1978, Mohammed Taraki asume el poder, quien permite que la influencia comunista
de la URSS sea cada vez más patente en el país. Tal es esta influencia que
incluso se llega a firmar un tratado en el que la URSS podía intervenir militarmente
en Afganistán si lo consideraba necesario. Finalmente, la situación desembocará
en una cruenta guerra civil (desde 1978 hasta 1992) que terminó por arrasar un
país floreciente.
Esta novela que hoy os traigo se centra entre los años 1973
y 1978. Estructurada en cuatro partes, la primera nos pone en situación y las
tres restantes tiene como protagonista a cada uno de los hijos Anwari. Porque
no es lo mismo hablar de una situación estando cada uno en una parte del mundo.
Mangal nos ofrecerá su visión dentro del propio Afganistán y veremos cómo se
decepciona con aquello que creía, mientras que sus hermanos, cada uno a su
manera, contemplarán desde la distancia el hundimiento de su país. Mientras
Saira se limita a lamentarse y poco hace, más bien termina metiendo la pata,
Tor se muestra más rebelde y participa de forma activa en los sucesos.
No conocía mucho sobre la historia de Afganistán, tan solo
lo justo. Y esta novela, a pesar de que no me ha convencido mucho, me ha
enseñado cosas interesantes. Este país asiático, en 1973, vivía su época de
Oro. Época que terminó de forma abrupta con los hechos que narra la novela y
que supuso un retroceso importante para la población del país. Si ahora mismo
hablamos de uno de los países más pobres del mundo, en esta época Kabul, la
capital, era una floreciente ciudad universitaria, con profesorado
internacional.
La autora nos muestra, a través de los personajes de Roshana
y de Karima, la lucha de muchas mujeres por tener su lugar en el mundo. No hace
falta que diga, pues tristemente lo sabemos, que esto no ha sucedido y que la
situación de las mujeres ahora mismo en Afganistán es pésima.
Os preguntaréis cómo es posible que, con semejante reseña
que me ha salido, el libro no me haya convencido. La explicación es esta: la
narración. No me ha gustado nada la forma de escribir de la autora. La lectura
se me ha hecho densa, aburrida, muy aburrida. Tenía la sensación de no avanzar
nada y cuando veía que la cosa iba pillando ritmo, de pronto me encontraba con
otro escenario o suceso distinto. No sé si será una percepción mía o es que la
autora escribe así, pero me daba la sensación de ir a trancas y barrancas y no
leer de una manera fluida. El libro me ha costado mucho tiempo poder terminarlo
y es ahora, mientras escribo mis impresiones, cuando me estoy dando cuenta de
que la historia en sí no está mal, es una novela muy interesante que habla de la
desintegración de un país sólido representado en la desintegración de una
familia sólida.
Para ir terminando, es una novela que os recomiendo. Eso sí,
leerla con calma y con paciencia porque la narración no ayuda. A pesar de eso,
la recomiendo. Al fin y al cabo, se trata de conocer a un gran desconocido y que,
por desgracia, ocupa tiempo en los informativos por su lenta agonía:
Afganistán.
- Imágenes tomadas de Google
Como ahora mismo no tengo calma ni paciencia mejor la descarto. No es un buen momento. Un beso ;)
ResponderEliminarParece una lectura densa, pero el contenido tiene que ser muy interesante, así que gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn beso!
El argumento parece interesante pero lo que comentas sobre la narración no invita a leerlo.
ResponderEliminar¡Wow! Nunca he tenido la oportunidad de leer una novela relacionada con esa región. Me ha gustado tu reseña y parece tener el tipo de historia que me suele enganchar, aunque ese "pero" que le pones me hace echarme un poco para atrás y si a éso se le suman las mas de 600 páginas... aún así espero poder hacerme con el libro.
ResponderEliminarSaludos.
No tengo un análisis como el que acaban de darnos, sin embargo a veces prefiero leer los comentarios luego de terminar la lectura para no hacerme un auto-boicot, coincido en que al principio es lenta pero a medida que vas avanzando te vas interesando en lo que viene, confieso q cuando la compre lo hice por el Nombre y la foto de la portada, pensé que tendría que ver con la vida de las mujeres afganas pero no; va mas enfocado a la política y lucha de poderes y sus códigos de honor (algo que me gusto mucho) sin embargo me resulto muy interesante y la recomiendo al 100% Saludos.
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