Título: Stonehenge: una novela del año 2000 a.C
Autor: Bernard Cornwell
Edición:
Edhasa, 2001
Número de páginas:
516
ISBN:
84-350-6022-5
Sinopsis…
Hace unos cuatro mil años, una
tribu del sudoeste de Gran Bretaña llevó a cabo una de las mayores hazañas
arquitectónicas de todos los tiempos: Stonehenge, un santuario hecho a base de
inmensos bloques de piedra traídos de tierras lejanas. La grandiosidad de la
obra ha dejado perplejos a los investigadores a lo largo de los siglos. ¿Qué
llevó a aquellos hombres a acometer semejante empresa? ¿Cuáles eran sus
nombres, sus motivaciones, sus dioses?
Sobre el autor…
Bernard Cornwell nació en Londres
y pasó su infancia en el sur de Essex.
Después de graduarse en la Universidad de Londres, trabajó para la cadena de
televisión de la BBC durante siete años, principalmente como realizador del programa
Nationwide. Posteriormente se hizo
cargo del departamento de actualidad de la BBC en Irlanda del Norte, y en 1978
pasó a dirigir el programa Thames al Six,
para la Thames Television.
Su serie dedicada al fusilero del
ejército de Wellington, Richard Sharpe, le ha convertido en uno de los lectores
más leídos y de mayor éxito en el género de la novela histórica.
Mi opinión…
Tenía ganas de leer una novela
histórica ambientada en la Prehistoria, principalmente porque se trata de mi
etapa favorita y sobre la cual me especialicé en carrera. Aunque tengo varias
novelas de esta etapa en casa, me decidí por esta que hoy os traigo porque
llevaba ya tiempo esperando su turno en las estanterías.
La trama arranca en el poblado de
Ratharryn, a finales del Neolítico, con el jefe Hengall y sus tres hijos: el belicoso Lengar, el pacífico Saban y el desterrado Camaban. Y es que cada uno de los muchachos
tiene un carácter distinto: Lengar es serio,
problemático, arrogante e incluso traicionero; Saban es más
prudente y sensato, con la empatía
suficiente como para no andar dañando porque sí como su hermano y Camaban, el
tercer hermano, es un joven que ha sido repudiado por su padre por una cojera
de nacimiento y que por ello, malvive de espaldas a la tribu que lo vio nacer.
Ratharryn mantiene una relación
tirante con el resto de los clanes
tribus vecinas, de las que destaca la poderosa Cathallo. Esta tribu está
dirigida por una hechicera ya anciana, Sannas,
(su edad es desconocida hasta para ella misma) cuyo poder es tan extenso que
con solo nombrarla ya infunde miedo.
Los problemas para las tribus
llegarán en el momento en el que Lengar, usando sus malas artes, se haga cargo
de la jefatura de la tribu y con ello llegue la temida guerra a la región. Para
más inri, el nuevo jefe querrá construir un nuevo y magnífico templo para el
dios Slaol (Sol) a base de chantajes.
Y es que Lengar posee unos rombos de oro
que ha ido robando y que pertenecen a otras tribus; la cuales, si quieren
recuperar este preciado metal, tendrán que ir regalando piedras de gran tamaño
para la construcción del templo.
Templo que finalmente verá la luz bajo la dirección de Camaban, reconvertido en jefe de la tribu y quien dice mantener contacto directo con el dios Slaol. La construcción tendrá un claro carácter simbólico y de adoración al dios principal y es por ello por lo que posee esa disposición especial. Obviamente, esto es una licencia del autor (como él mismo comenta al final de la novela) pues a día de hoy todavía no se conocen a ciencia cierta los motivos por los que se llevó a cabo esta maravillosa construcción megalítica.
No ha sido una novela que me haya
gustado. Aunque la idea del autor era la de mostrarnos cuáles fueron los motivos
que llevaron a estas gentes a construir el impactante y enigmático complejo de
Stonehenge, la historia en sí me ha resultado aburrida. En ningún momento me he
sentido en la Prehistoria, aunque sí tiene cosas dignas de mencionar como la evolución
que viven los tres hermanos, en sus respectivos caracteres o las creencias de
cada tribu. En este sentido, destacan Slaol (Sol) y Lahanna (Luna) y la eterna
lucha que mantienen entre ellos y que condiciona la existencia de los seres que
los adoran.
La narrativa es fluida aunque con
pasajes bastante lentos y aburridos. Otra cosa que no me ha gustado es la forma
brusca con la que el autor termina de contarnos una cosa y comienza otra
totalmente distinta para la que incluso han pasado años. No existe una
separación clara a nivel cronológico de los hechos y eso hace que nos encontremos
ante una lectura un tanto atropellada.
A modo de conclusión, se trata de
una novela floja pero que se puede leer. No he sentido que me haya trasladado hasta
la Prehistoria, pero al menos entretiene.
- Imágenes tomadas de Google
- Datos de la sinopsis y del autor, tomados de la misma novela
No es una época que me guste demasiado y si encima es flojita.. La dejo pasar. Un beso ;)
ResponderEliminarVaya, menudo jarro de agua fría. Venía dispuesto a apuntar el título en la lista de pendientes, porque el autor es uno de los grandes del género y porque Stonehenge me impresionó mucho cuando lo visité, y veo que la novela no merece del todo la pena... No sé, no sé; por ahora la dejo en el aire.
ResponderEliminarUn besito.
Me llamó mucho la novela al ver el título, pero me ha pasado como a Xavier, me he quedado un pelín fría. Tengo ganas de Prehistoria, pero me temo que no van a ir los tragos por aquí.
ResponderEliminarUn besín