Título:
- Las Cenizas de Ángela (vol.1)
- Lo Es (vol.2)
- El Profesor (vol.3)
Género: Autobiografía
Edición:
- Maeva, 1997 (vol.1) ; 1999 (vol.2) ; 2006 (vol.3)
Número de páginas:
- 400 (vol.1) ; 528 (vol.2) ; 296 (vol.3)
ISBN:
- 978-84-86478-69-8 (vol.1) ; 978-84-95354-07-5 (vol.2) ; 978-84-96231-82-5 (vol.3)
Sinopsis….
- «Cuando recuerdo mi infancia, me pregunto cómo pude sobrevivir siquiera. Fue, naturalmente, una infancia desgraciada, se entiende; las infancias felices no merecen que les prestemos atención. La infancia desgraciada irlandesa es pero que cualquier otra infancia desgraciada, pero la infancia desgraciada irlandesa católica es la peor de todas...». Las cenizas de Ángela
- En este libro, Frank McCourt narra sus experiencias como inmigrante, cuando, a los diecinueve años, cumpliendo un sueño largamente alimentado, llega a Nueva York. Durante su primer trabajo en un hotel entra muy pronto en contacto con las estrictas jerarquías de una sociedad «supuestamente» sin clases sociales. Más tarde, tras superar toda clase de obstáculos, tiene por fin la oportunidad de acceder a la Universidad de Nueva York, donde completará sus estudios, abandonados a los catorce años, y se preparará para su futuro trabajo como profesor. Lo Es
- El relato empieza cuando McCourt tiene 27 años e, instalado en Nueva York, inicia una actividad académica para la cual sus estudios universitarios no han acabado de formarle. En efecto, las realidades sociales en un entorno tan duro como el neoyorquino resultan difíciles de digerir por parte de este inmigrante irlandés. Haciendo más caso a su intuición y a lo que le dicta su conciencia que a las directrices académicas, consigue despertar el interés de sus alumnos. Para ello, decide bajarse del pedestal en el que viven instalados la mayoría de profesores y se dedica a escuchar a sus alumnos y a aprender de ellos, poniéndose a su altura para conocer sus inquietudes, sus gustos y su forma de ver el mundo. El profesor
Sus siguientes libros, también de carácter autobiográfico, transcurren ya en Estados Unidos y tratan sobre su vida como emigrante retornado, sus estudios universitarios y sus años como profesor de literatura.
Mi opinión…
Hoy os hablo sobre una trilogía que leí este verano y que tenía
ganas de leer desde hace años. Bueno, en realidad siempre había pensado que se
trataba de un solo libro hasta que por casualidad llegó a mí la segunda parte y
tirando del hilo descubrí que había una tercera.
Hoy os hablo sobre la trilogía de Frank McCourt: Las
cenizas de Ángela, Lo Es y El Profesor.
Seguramente, Las cenizas de Ángela os suene a más
de uno pues creo que incluso hay alguna adaptación cinematográfica de la misma.
Yo tenía en casa el segundo libro, Lo Es, pero claro, no iba a empezar
la casa por el tejado así que aproveché que estaba trabajando en la biblioteca
y que era verano (y disponía de más tiempo) para ponerme al día y finiquitar la
lectura de estos libros. Y así hice.
He decidido hacer una reseña global pues creo que es lo
mejor. Al fin y al cabo, es lógico leer la historia completa y no quedarse a
medias.
La historia de Frank McCourt comienza con Las
cenizas de Ángela. Ángela es su madre, una joven irlandesa que emigra a
Nueva York. Allí conoce a otro emigrante irlandés ( de Irlanda del Norte),
Malachy McCourt con el que mantiene un breve encuentro íntimo que se traduce en
la llegada del primogénito de la pareja, el pequeño Frank.
La historia de Ángela está llena de calamidades. Preludio de
su existencia nos lo marca su nacimiento ya que “nació con la cabeza en Año
Nuevo y el culo en el viejo”. Ángela no conoció a su padre pues éste se largó a
Australia desde Limerick (Irlanda) semanas antes de la llegada de la niña al
mundo y jamás se supo de él. La madre de Ángela, considerando que la chica era
un poco inútil, le paga un billete de ida a Nueva York siendo jovencita para
ver si allí espabila y encuentra su lugar en el mundo. Pero solo se encontró
con Malachy McCourt, con quien inicia una vida matrimonial que solo la llevará
a cargarse de hijos (tiene siete en total, algunos de ellos fallecen de bebés)
y a vivir en la más estricta de las miserias.
En esta primera parte de la historia, el autor (es una obra
autobiográfica) recuerda sus primeros cuatro años en la ciudad de los
rascacielos, la muerte de su hermanita Margaret con apenas siete semanas de
vida, los primeros indicios del problema de su padre con el alcohol y la
llegada a Irlanda, a Limerick.
Aquí los espera su abuela materna, aquella que
pagó el pasaje a su hija pues consideraba que poco se iba a esperar de ella, y
a la que tiene que pagar el mismo billete pero de ida. Pero esta vez, con
marido y cuatro niños.
Es imposible no sentir ternura por los niños McCourt. Son la
máxima expresión de la inocencia. El autor mezcla la ironía con el humor para
reflejar la dura vida de un emigrante/inmigrante, ya que aunque vuelven a su origen,
no dejan de ser “los americanos” para sus vecinos. La vida que llevan es dura,
muy dura. Niños y adultos pasan hambre y
frio y viven en unas condiciones infrahumanas. Esta primera parte termina
cuando Frank, ya un joven de casi veinte años, decide abandonar Limerick y
poner rumbo a la ciudad que lo vio nacer, Nueva York. Y lo hace persiguiendo el
mismo sueño que tuvieron sus padres y muchos otros: conseguir una vida mejor en
el país de las oportunidades.
Lo Es, segunda parte de la trilogía, comienza con la salida de
Frank y su llegada a Nueva York. Llega en 1949, con 19 años, y durante el
trayecto en barco pasa algo que condicionará la existencia del chico. En sus
manos cae una novela que devora con ganas y comienza a crecer en él el deseo de
saber más, de leer. Y es que Frank es un chico con muy baja autoestima.
Apocado, con un físico poco atractivo (tenía los dientes podridos por la
malnutrición que había vivido en su infancia) y con pocas luces, el pobre chico
se siente inferior a todo lo que le rodea. Descubre poco a poco la vida
neoyorquina y va pasando de un trabajo a otro que le permite sobrevivir. Tras
un breve paso de nuevo por Europa por el servicio militar, visita a su familia
en Irlanda y está cada vez más convencido de que su futuro está en Nueva York.
Ahí me ha sorprendido el carácter del Frank pues otro hubiese tirado la toalla
y él lo que hace es seguir y no dejar que nada lo hunda. Y así es como llega a
convertirse en algo que nadie, ni él mismo, hubiese pensado nunca: en profesor de
secundaria.
Este volumen acaba a mitad de los años ochenta, con el
fallecimiento de su padre (de quien llevaba años distanciado) Sigue conservando
el tono humorístico del volumen anterior y vemos la evolución del protagonista
desde un pobre analfabeto que llega a Nueva York hasta convertirse en un
profesor, casado y con una hija.
La tercera y última parte de la trilogía la encontramos en El
profesor. Aquí, como su título indica, el tema principal es la vida
docente del protagonista quien cuenta sus experiencias en este campo y nos trae
anécdotas con sus alumnos, unas muy simpáticas y otras tristes. Es precisamente
en esta época cuando a Frank McCourt comienza a pasarle por la cabeza la idea
de escribir un libro contando su vida. Un libro que nace con la idea de dar a
conocer a su hija y a sus sobrinos la historia de su familia. Ni de lejos iba a
imaginarse que con Las cenizas de Ángela iba a conseguir un premio Pulitzer.
La trilogía entera me gustó mucho. Era, como he dicho al
principio, uno de esos libros que tenía pendiente desde hace mucho tiempo y que
no quería dejar pasar. Recuerdo cuando salió publicada la primera parte y ya
entonces me llamó la atención. Las cenizas de Ángela es la parte
que más me ha gustado de toda la trilogía, ya que muestra sin tapujos la vida
del emigrante, de aquellos que llegan un punto en el que no saben ni adónde
pertenecen ni adónde pueden ir. Y sobre todo, me quedo con la enseñanza de que
de todo se puede salir y que hay que reinventarse como sea. Tal y como hace
Frank McCourt.
Aunque la segunda y tercera parte me han gustado menos pues
se centra más en la parte profesional del autor, no he podido evitar verme
identificada en algunos aspectos. Durante años he sido docente y recuerdo a
muchos de mis alumnos con cariño. Y creo que ellos a mí también (le pese a
quién le pese, soy buena docente)
Solo me queda recomendaros esta lectura. Y aprovecho esta
reseña, que me ha quedado un poco larga pero es lo que hay, para aclarar una
cosa. Esta es mi humilde opinión, la cual doy como aficionada a la lectura. En
ningún momento busco convertirme en una influencer
literaria ni en hacer reseñas profesionales. Tengo la humildad suficiente para
saber cuál es mi sitio y si lo digo es porque ya me cansa ver críticas tontas
que no aportan nada más que dar por saco. Esta es mi opinión y con todo el
respeto del mundo la doy. Y si hay algo que no me gusta…lo digo. Y no con ello
estoy faltando al respeto a nadie. Dicho queda.
Y recordar: si tenéis la oportunidad de leer esta trilogía,
hacedlo. Os gustará.
- Imágenes tomadas de Google
Yo no pude con Las cenizas de Ángela, sólo leí 2 páginas y lo tuve que cerrar. Me parecía horrible.
ResponderEliminarA mí me pasó al contrario, es el libro (de los tres) que más me ha enganchado. Un beso
EliminarDe mis eternas pendientes también. Sabía de la segunda parte pero no de la tercera... A ver si me animo que me has dejado con ganas.
ResponderEliminarY sobre lo que dices al final, ¡ole! Que últimamente anda la gente crispada y ni dar una opinión va a poder una... Opinión que se puede rebatir, está claro, pero con respeto y educación, que es lo que se echa en falta últimamente. Que se cae mucho en el insulto y en el acoso. En fin...
Besotes!!!
Es que ya es demencial que no se pueda dar una opinión sincera. Un besote
EliminarAcabo de enterarme de que es una trilogía... Creo que tengo el primero por casa (madre mía, qué desastre no saber si lo tengo o no, jeje) empezaré por ese, claro. Después ya veré.
ResponderEliminarBesos!