Título: Tartarín de Tarascón
Autor : Alphonse Daudet
Género:
Clásicos
Edición:
Rodegar, 1965
Número de páginas:
115
Sinopsis…
Tartarín de Tarascón,
el mitómano y fantasioso Tartarín, usando y aun abusando de los efectos que el
espejismo produce en los calenturientos cerebros de los tarasconeses, se ha
ganado fama de intrépido aventurero y hasta de audaz vapuleador de bandoleros
chinos en Shangai. Pero un día el espejismo deja de funcionar y Tartarín se ve
obligado a marchar a tierras argelinas a la caza de leones inexistentes. Las
aventuras africanas de Tartarín, con su dosis de humor, ironía e incluso sátira
del régimen colonial, mantienen el interés del lector en todo momento, que se
encariña con este héroe en zapatillas, una estupenda aleación provenzal de don
Quijote y Sancho.
Sobre el autor…
En el aspecto literario, además de novelas encuadradas en un naturalismo con trazos líricos, esperanza y humor, como Jack (1876), Safo (1884), El Inmortal (1888) o la popular trilogía de Tartarín, con Tartarín De Tarascón (1872), Tartarín En Los Alpes (1885) o Port Tarascon (1890), escribió también piezas dramáticas, como La Arlesiana (1872), musicada por Georges Bizet.
Mi opinión…
Ya comenté a principios de este año que uno de mis
propósitos lectores iba a ser el de leer más clásicos. Estamos a mediados del
año y la verdad es que en este sentido son pocas las obras de este género que
he leído, por lo que debo de hacer propósito de enmienda y comenzar con estas
obras.
Obras que, he de reconocer pues yo he sido una de ellas, generan pereza
entre los lectores. Sin embargo, leerlas es una auténtica delicia.
La novela que hoy os traigo fue escrita en 1895 por el
escritor francés Alfonse Daudet. No es una novela que me resulte desconocida,
pues en mis tiempos universitarios fueron varios los compañeros de la carrera
de Filología Hispánica quienes la solicitaban continuamente en la biblioteca
del centro.
Así que cuando, hace ya unos años, cayó en mis manos un ejemplar de
esta misma novela, me lo traje a casa. Más que nada porque me picaba la
curiosidad por saber quién era Tartarín y qué aventuras tenía que contarme.
Tartarín es un
señor que vive en la Provenza francesa, en el pueblo de Tarascón. Si hay algo
que caracteriza a Tartarín es lo terriblemente fantasioso que es y la enorme
imaginación que tiene. Y sus vecinos aprovechan esta circunstancia para reírse
del pobre infeliz. Como muestra, la historia que Tartarin cuenta a todo aquel
que quiera oírle de que estuvo en Shangai…cuando jamás llegó a abandonar su
tranquilo y apacible pueblo.
Para haceros una idea de la peculiaridad de estas gentes,
porque me parece a mí que Tartarín no es el único “raro” del pueblo, los
habitantes de Tarascón tienen una peculiar jornada de caza de…gorras. Sí, cómo
lo leéis. Porque como del tema cazar animales andan escasos y los días son
largos y aburridos en la zona, a los tarasconenses no se les ocurre otra cosa
que irse los domingos a cazar…gorras. A falta de animales, buenas son unas
gorras lanzadas al cielo…
Obviamente, y no es para menos al tratarse del héroe local,
Tartarín es quien más gorras caza; siendo recibido en el pueblo como un
auténtico héroe domingo tras domingo.
Pero sin lugar a dudas, la gran aventura de Tartarín está en
África, en Argel. Su alocada imaginación y el empuje de sus vecinos, convierten
a Tartarín en un aventurero en busca de la caza del más fiero de los leones. Y
todo el mundo sabe que donde viven los leones más fieros y salvajes del mundo
es en Argel…pues allá que se va nuestro héroe, equipado hasta las cejas como un
turco y con más armamento que el más poderoso de los ejércitos. Ni que decir
tiene que cuando llega a su destino,
Tartarín sufre un chasco monumental del
que volverá a su tierra con una lección supuestamente aprendida (el pobre es
muy ingenuo y lo engañan como quieren) y con un camello como mascota (a mí el
pobre camello me ha llenado de ternura, el pobre animalito lo sigue allá donde
vaya como un perrito faldero)
Tartarin de Tarascón es un libro que guarda cierta similitud
con El Quijote. Como el caballero
castellano, Tartarín va de fracaso en fracaso pero al llegar a su pueblo es
recibido y tratado con un héroe. Porque como ocurría con don Quijote, Tartarín
sólo vive situaciones de lo más ridículas pero él, en su fuero interno, cree
que son dignas de ser contadas porque él es un héroe. Cuando no es más que un
pobre infeliz.
Y es que Tartarín admira profundamente a don Quijote. Y como
le pasó a él, también su pueblo se le queda pequeño y necesita salir de él para
vivir aventuras. E igual que don Quijote tenía a Sancho para frenarle en sus
locuras, Tartarín aúna los dos personajes y puede salir a luz el
Tartarín-Quijote que incita a realizar acciones de lo más descabelladas o el
Tartarín-Sancho, quien lo frena en sus impulsos y lo centra un poco.
Aunque Tartarín tiene el espíritu de don Quijote, ese aire
caballeresco, heroico, con su locura novelesca; físicamente no se parecen en nada.
Porque si el héroe cervantino era delgado, de apetito escaso (podía pasarse
días enteros sin comer); Tartarín es gordito, vive quejándose de todo y tiene
un apetito que decir voraz es quedarnos cortos.
La novela se estructura es tres episodios divididos a su vez
en una serie de capítulos cortos narrados con un lenguaje sencillo. El narrador
es omnisciente y se muestra como un admirador de Tartarín ya que ante la idea
que podríamos tener que Tartarín es un mentiroso, el propio narrador nos dice
que no, para nada. Tartarín es una persona que simplemente cree en espejismos…
Tartarín de Tarascón, además de ser una novela humorística,
encierra una crítica al sistema colonial del s.XIX. Crítica que se percibe en
la idea del protagonista de que en Argel habían leones salvajes, en la misma
ciudad, y de que para ir a este país (Argelia) era mejor hacerlo vestido como
un turco.
Para concluir, y como curiosidad, deciros que en la
localidad francesa de Tarascon-sur-Rhône existe, desde 1985, un pequeño museo dedicado a Tartarín. E incluso se celebra, el
último domingo de junio, un festival dedicado a este personaje.
Además, Tartarín de Tarascón tiene tres adaptaciones
cinematográficas (de 1908, 1934 y 1962) que seguro harán las delicias de los
aficionados al cine clásico.
- Imágenes sacadas de Google
- Datos de la biografía del autor, sacados de la página Alohacriticon
- Datos de la sinopsis, sacados de la página La Casa del Libro
.
Siempre me propongo leer más clásicos y después se me comen las novedades. Una propuesta interesante.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tartarín de Tarascón es para mí una obra de literatura de gran importancia. La leí en mi adolescencia y, aunque han pasado muchos años desde esa época, jamás he podido olvidar su gracioso contenido. Gracias señor Daudet, donde usted se encuentre, por hacer más grata mi existencia y, lo que es más, a contribuir en mi anhelo de llegar a ser escritor.
ResponderEliminarEn años escolares,fue el primer libro,que compre y quedé encantado...y siempre lo estoy revisando... lo recomiendo algunos amigos y familiares, es mi preferido, gracias Alfonso Daudet
ResponderEliminarLei las peripecias de tartarin en 2°de EGB en un lejano 1971,entonces l@s maestr@s nos obligaban a leer determinados libros, me encantó, tengo un gratisimo recuerdo de esa obra ,el diablo cojuelo,zalacain el aventurero, y algunos más...aunque para un chaval de 7años algunos libros que nos tocó leer eran incomprensibles para tan tierna edad!!era otra época, pero nos fomentaron el hábito de la lectura
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