Título: Largo haiku para un viaje
Autor: Susy
Calcina Nagai
Género: Drama
Edición: Algón
Editores, 2013; Colección Añil, 7
Número de páginas:
330
ISBN:
978-84-940768-7-9
Sinopsis…
El primer error que
cometí fue dejar de llamarme Jaruko. Cuando la gente se enamora es capaz de
perder hasta el nombre. Ese fue mi caso.
Lujo, aristocracia,
guerra, pasión, hambre, amor, soledad, se unen en este relato de la vida de una
mujer extraordinaria. Jaruko, o Anna Rosso, nos invita a la historia de su
pasado a una travesía tan apasionante como conmovedora. Un viaje al pasado,
recorriendo ciudades como Nagasaki, Shangai, Los Ángeles o Siracusa, ante el
horizonte infinito de tres océanos y dos mares, viviendo los contrastes y
penalidades en tres continentes, hasta el puerto de la Guaira en Venezuela, que
será la puerta de entrada a un destino definitivo. Ese final de una vida en
Barquisimeto, la ciudad venezolana de los crepúsculos.
Sobre el autor…
Susy Calcina Nagai, escritora venezolana de origen ítalo-japonés.
Nació en Tientsin, China. Pocos meses después de la expulsión de los japoneses
de China, tras un largo y penoso viaje a través de medio mundo, vivió gran
parte de su infancia en Siracusa, Italia. En los años 50, su familia y ella
llegaron a Barquisimeto, Venezuela, donde fijaron su residencia.
Licenciada en administración de empresas, fue hasta mediados
de los años 80 asesora de la Contraloría General de la República de Venezuela.
Mi opinión…
Tengo este libro en casa desde que salió publicado y me lo mandó
la editorial. Como suele pasar cuando acumulas tantas cosas, al final no te
acuerdas de que lo tienes hasta un buen día que reparas en él. Y como me he
propuesto leer lo que realmente me apetezca y en el orden que quiera, por fin
le ha llegado la oportunidad a esta novela.
Los protagonistas de esta historia son Jaruko Nakayama, una joven japonesa, y Antonio Rosso, un italiano. Los dos se conocen en Shaigon (China).
El padre de Jaruko es un alto militar japonés (hay que recordar que en estos
momentos los japoneses controlan gran parte de China) destinado a este país,
mientras que Antonio ha llegado hasta tierras orientales debido a fines
políticos (estamos en la década de los años 30 y en este momento, Japón, Italia
y Alemania han firmado el Pacto Anti-Komintern con el que buscan frenar el
avance del comunismo) ya que el joven se encuentra realizando el servicio
militar.
Y como el amor no entiende ni de nacionalidades, ni de
idiomas, ni de religión ni de costumbres, Jaruko y Antonio inician una relación
sentimental que va a suponer una serie de cambios, profundos cambios, en la
vida de los dos.
Y es que pronto se dan cuenta de los distintos que son.
Antonio tiene una mentalidad más cerrada, conservadora e incluso se podría
decir que machista; mientras que Jaruko es más abierta, proviene de una familia
de clase alta y ha tenido la opción de estudiar y de dirigir su vida más allá
de ser un ama de casa y madre. Estas diferencias son palpables desde el
principio, pero el amor que se profesan hará que las vayan superando poco a
poco.
La línea temporal de la novela abarca desde la década de los
años treinta hasta los noventa del siglo pasado. Los acontecimientos históricos
que vivirán nuestros protagonistas son numerosos, como el estallido de la II
Guerra Mundial y las consecuencias que ésta conllevará o la oleada de
inmigración que se produjo tras el conflicto bélico, desde la década de los
cuarenta, hacia tierras americanas. Porque si hay algo que viven los
Rosso-Nakayama es el continuo transitar de un país a otro, de un continente a
otro en busca de una vida más tranquila para ellos y para sus cinco hijas.
Y es aquí donde de nuevo se pueden apreciar las diferencias
culturales y de carácter de los dos esposos. Mientras parece que Antonio se
toma este periplo de una forma más “centrada” (aunque pasa situaciones muy
malas), Jaruko (desde que se casó y se convirtió al catolicismo, será Anna) es quien realmente se lleva la
peor parte. Y es que la sensación de desamparo, de desarraigo y de estar en
tierra de nadie que tiene es enorme. Porque Jaruko-Anna ha perdido todo. Por
perder, ha perdido a su familia y no sabe si sus padres sobrevivieron al
bombardeo de Nagasaki. Esa angustia que vive Jaruko-Anna se transmite al
lector, o al menos ese ha sido mi caso, y está presente durante toda la novela.
Si leemos la breve biografía de la autora y vemos que al
final de la novela hay un par de páginas con fotografías familiares, será fácil
enlazar que estamos ante una novela autobiográfica. Algo que me ha gustado
mucho porque es digno honrar la historia de nuestros padres o abuelos y más si
éstos han pasado penalidades por darnos un futuro mejor.
El único pero que le puedo a dar a la novela es el final. Me
ha parecido un poco precipitado, los hechos se han ido narrando de forma muy
rápida y algunos de ellos poco tenían que aportar a la historia. Pero como se
trata de una novela de recuerdos familiares y personales por parte de la
autora, es de entender que esto suceda. La narración es fluida aunque en
algunas ocasiones, y debido a que la autora es sudamericana (o al menos ha
pasado gran parte de su vida allí) emplea un tipo de lenguaje que a los
españoles nos puede resultar un poco chocante. Aún así, es fácil deducir lo que
está diciendo.
Largo haiku para un
viaje es una novela que aunque en un principio no entra por los ojos, a mí
por lo menos es lo que me pasó, merece la pena ser leída. Susy Calcina nos
ofrece la oportunidad de conocer un poco más a esas personas que tienen que
abandonarlo todo y emprender una nueva vida, la cual se ofrece de manera oscura
e incierta en la mayoría de los casos. Una bonita historia familiar con altas dosis
de sentimentalismo. Una bonita novela que sorprende por su sencillez y su
continua emoción. Una gratificante lectura.
- Agradezco profundamente a la editorial el envío de un ejemplar de esta novela para leer y reseñar.
- Imágenes tomadas de Google
Desde luego, lo mejor de esta novela fue saber que era autobiográfica. Pero la historia se me hizo un poco pesada en algunos puntos.
ResponderEliminarMe alegro de que hayas tomado la decisión de leer lo que realmente te apetezca ^^ Es lo mejor cuando hablamos de hobbys.
Un beso!