Título:
El faraón
negro
Autor:
Christian Jacq
Edición:
Planeta, 2001. Colección Biblioteca Christian Jacq
Número
de páginas: 322
ISBN:
84-395-8984-0
Sinopsis…
Han
transcurrido cinco siglos desde los tiempos esplendorosos de Ramsés II y el
imperio se ha visto abocado a una situación insostenible. Pero un nubio,
Pianjy, el faraón negro, se enfrentará a dicha fatalidad. El precio que deberá
pagar para conseguirlo será tal vez demasiado elevado.
Pianjy
tendrá que enfrentarse al libio Tefnakt, un príncipe autoritario y ambicioso
que pretende reinar tras unificar el país con las armas. La guerra es
inevitable, y de la victoria de uno u otro depende la supervivencia de un mundo
sabio y milenario.
Sobre el autor…
Christian Jacq nació en París en 1947. Se
doctoró en Egiptología en la Sorbona. Obtuvo el Premio de la Academia francesa
con El Egipto de los grandes faraones. Gran conocedor y enamorado de Egipto, ha
escrito numerosas obras de divulgación histórica que ponen al alcance del gran
público la civilización egipcia, como es el caso de Las egipcias y La sabiduría
viva del antiguo Egipto. Ha publicado también con un éxito rotundo la
trilogía El juez de Egipto, compuesta
por las novelas La pirámide asesinada,
La ley del desierto y La justicia del visir, así como la
pentalogía dedicada a Ramsés.
Mi
opinión…
Aprovechando un reto al que me apunté a
comienzos de año y que trata de rescatar del olvido a aquellos autores con los
que siempre nos queremos poner pero que nunca lo hacemos, rescaté a Christian
Jacq. Y es que ya son años que algunas de las obras de este más que conocido
escritor aguardan pacientemente su turno en mi biblioteca.
Y la novela elegida para ello es esta que hoy
os traigo y que ya adelanto que no me ha dejado del todo satisfecha.
La acción transcurre hacia el año 730 a. C,
en el Tercer Periodo Intermedio de la historia del antiguo Egipto. La situación
del país es más que complicada ya que no existe una unión sólida entre el Bajo
y Alto Egipto y son muchos los problemas que acechan al faraón, el nubio Pianjy, uno de los faraones de la XXV
dinastía. El principal de ellos es la cuestión acerca de la legitimidad de su
reinado.
Aprovechando este clima hostil en el que los
complots y las intrigas están a la orden del día, el gobernador de una de las
provincias egipcias, Sais, se alza en contra del emperador con el firme
propósito de conquistar para sí Egipto. Comienza una lucha entre las dos
facciones, los aliados de Pianjy y los del rebelde libio Teknakt que terminarán con la victoria del faraón.
Mientras que Pianjy se nos muestra como un
ser espiritual que confía en el dios Amón quien le proporcionará una justa
victoria sobre sus enemigos y como un ser justo y magnánimo con sus enemigos;
Teknakt es todo lo contrario. Más belicoso, terrenal y tirano que el faraón,
Teknakt se rodea de dos ambiciosos consejeros, Yegeb y Nartreb, y de
una muchacha, la intrigante Aurora.
Desde luego que la trama en sí es más que
interesante ya que se centra en una etapa de la historia del antiguo Egipto en
la que se intenta a toda costa recuperar el esplendor de tiempos pasados (sobre
todo, del reinado de Ramsés II) Sin embargo, no ha sido una lectura que me haya
seducido al cien por cien. La narración, desde mi punto de vista, es aburrida,
sin apenas acción y se salta de un
asunto a otro casi sin relación. No sé si será la forma habitual de escribir de
este autor (francamente, espero que no) pero ha sido una lectura demasiado
liviana. Y me sorprende mucho al tener de fondo un tema tan apasionante, a la
vez que atractivo, como la historia egipcia.
A pesar de ello, no rechazo futuras lecturas
de Christian Jacq. Ya me habían advertido que esta novela que hoy os traigo es
un pelín floja, pero tiene lecturas mucho mejores. Volveré a leer a este autor.
Seguro.
Christian Jacq es uno de mis autores favoritos. A mi este libro me gustó, aunque es uno de los mas flojos. Te recomiendo la saga de Ramses o la del Juez de Egipto
ResponderEliminarBesos
Siento que no te haya llegado. Jacq me gusta mucho, pero como todos, tendrá novelas más flojas. Aun así, creo que me voy a animar con ésta más adelante. Un beso.
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