Título: Malas Artes
Autor: Donna
Leon
Edición: Seix
Barral, 2003
Número de páginas:
333
ISBN:
84-322-2769-2
Sinopsis…
Una estudiante acude al
comisario Brunetti para pedirle consejo: ¿hay alguna forma legal de limpiar el
buen nombre de su familia, mancillado por un crimen que cometió muchos años
atrás su fallecido abuelo? Impresionado por su belleza e inteligencia pero
incapaz de ayudarla, Brunetti casi olvida el asunto hasta que la joven aparece
asesinada en su apartamento. La investigación de este crimen transporta al
infatigable comisario a la Segunda Guerra Mundial, cuando los judíos italianos
fueron sistemáticamente despojados de sus obras de arte por parte de los nazis
y sus colaboradores. A medida que Brunetti va desenterrando secretos de colaboracionismo,
crimen organizado y explotación, se da cuenta de se está adentrando en una
época que los italianos, empezando por su propio padre y su suegro, el conde
Orazio, tienen especial interés en ocultar. Los fantasmas del pasado son
enemigos más peligrosos de lo que cabe imaginar.
Sobre el autor…
Donna Leon nació en New Jersey en 1942. Estudió en Perugia y
Siena. Trabajó como guía turística en Roma, como redactora de textos
publicitarios en Londres y como profesora en distintas escuelas norteamericanas
en Europa y en Asia. Protagonizadas por el comisario Brunetti, ha publicado
varias novelas; las cuales se han traducido a veintitrés idiomas, incluido el
chino. Desde 1981 reside en Venecia.
Mi opinión…
Otra vez me he aventurado a leer algo de Donna Leon y no puedo
decir aquello de “a la tercera va la vencida” pues sigue sin convencerme la
narrativa de esta escritora.
De nuevo nos situamos en Venecia y con el inspector Brunetti como protagonista. En esta ocasión, la víctima
se pone en contacto con él antes de ser asesinada para hacerle una consulta legal:
¿cómo podría limpiar el nombre de su abuelo, Luca Guzzardi, acusado de robo de importantes obras de arte? Guzzardi
fue condenado pero cumplió condena en un manicomio (con muy mala fama) en
Venecia, San Servolo, lugar del que nunca salió pues falleció allí.
Claudia, que así es
como se llama la nieta de Guzzardi, es alumna de Paola (la esposa de Brunetti)
Es una joven culta, madura, sensata que cree en la inocencia de su difunto
abuelo gracias en parte a la historia que le ha contado quien ella llama abuela
pero que en realidad fue amiga de su abuelo : una excéntrica anciana austríaca
llamada Hedi Jacobs quien parece que
vive sola, en la más absoluta de las miserias pero en realidad su casa posee
tal cantidad de obras artísticas que ya quisieran para sí muchos museos.
La cosa se complica cuando Claudia aparece asesinada en su
casa y comienza una investigación para esclarecer lo que se descarta como un
robo y entra en escena un más que conocido notario veneciano, Filipetto, un anciano que a pesar de
los años sigue manteniendo bastante mando ¿Quién es el asesino de Claudia?
¿Tiene relación su muerte con la petición de la chica por sacar de nuevo a la
luz el caso de su abuelo? ¿Era realmente inocente Luca Guzzardi?
De nuevo, Donna Leon ha seguido la pauta marcada en sus
anteriores obras que he leído : un inspector muy humano, que prefiere escuchar
a personas de a pie antes de seguir el protocolo policial pues allí es donde
puede encontrar el hilo del que tirar, y una crítica a la sociedad corrupta en
la que vivimos hoy en día (en este caso, con una historia paralela a la de
Claudia, que no tiene nada que ver con el caso pero con el que la autora
denuncia esa corrupción) Pero, como ya he adelantado, sigo sin conectar con
Leon…esta novela se me ha hecho pesada de leer, me ha llegado a aburrir pues la
trama discurre muy, pero que muy lenta. Apenas hay avances hasta el final de la
misma, aunque he de decir que no he logrado saber quién era el culpable de los
hechos ni los motivos hasta que la autora lo ha desvelado. Con lo cual, la
dosis de intriga está, pero no consigue engancharme del todo.
Lo que sí me ha parecido interesante es recordar el expolio
que se llevó a cabo durante la II Guerra Mundial (y en general durante
cualquier conflicto bélico) de obras artísticas. En este caso, por cronología y
por situación geográfica, el arte expoliado es el realizado por los judíos,
arte que es conocido como arte ajeno, fórmula fascista con la que se
conocía. La autora sí que refleja bien
ese halo de misterio, de dolor, de rabia o de miedo contenido con el que viven
muchas personas que han tenido que sufrir en sus carnes una guerra y una
postguerra. Y es que aún quedan resquicios de ese pasado fascista que algunos temen y
otros añoran.
- Imágenes tomadas de Google
No he leído nada de esta autora, no me llama la atención y la verdad es que después de leerte a ti, me reafirmo... Bss
ResponderEliminarMe gusta Donna Leon y hace mucho que no me adentro en su obra. Tomo nota. Un beso.
ResponderEliminarNo he leído nada de la autora y eso que mi padre tiene un montón de libros en casa.
ResponderEliminarYo leí un libro en su día que ni me acuerdo como se titulaba... No me gustó nada así que no pienso repetir...
ResponderEliminarA la autora no la conozco y tendrá que esperar.
ResponderEliminarNunca he leído nada de ella así que tengo complicado opinar, pero si es la tercera vez que le das una oportunidad... ¡ole por ti!, yo pocas veces paso de la segunda jeje.
ResponderEliminarDe momento tengo mucho pendiente así que tendrá que esperar.
Un besin de otra tarrolibrera