Trilogía "Versos, canciones y trocitos de carne"
Título: Trilogía Versos,
canciones y trocitos de carne
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Memento
mori (1)
·
Dies Irae
(2)
·
Consummatum
est (3)
Autor: César Pérez Gellida
Género: Thriller Policíaco
Edición: Suma de Letras, 2013-2014
Número de páginas:
·
Memento
Mori , 584
·
Dies Irae,
568
·
Consummatum
est, 680
ISBN:
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Memento
Mori : 9788483650547
·
Dies Irae
: 9788483655597
·
Consummatum
est : 9788483656402
Sinopsis…
Memento Mori
Septiembre de 2010.
Aquella mañana de domingo nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de
Valladolid Ramiro Sancho que acababa de dar comienzo una pesadilla que lo
dejaría marcado para el resto de sus días.
La investigación del
asesinato de una joven ecuatoriana a la que le han mutilado los párpados y en
cuyo cuerpo han encontrado unos versos amenazantes, ocupa las primeras páginas
de esta novela negra narrada con un dinámico y atrevido lenguaje
cinematográfico. Sin embargo, el autor nos arrastra por un camino inesperado al
describir los hechos desde la perspectiva del propio asesino: un sociópata
narcisista influenciado por la música más actual y por las grandes obras de la
literatura universal.
Dies Irae
La acción de este
thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera
entre dos mundos. Augusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como
primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de
sus víctimas y de la humillación de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará
el inspector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecución de un asesino
en serie que parece haber acentuado su voracidad.
Entretanto, al otro
lado de la frontera, el psicólogo criminalista y exagente del KGB Armando
Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y
ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del
que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes
en el tiempo, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes
y asistiremos a su sorprendente desenlace.
Consummatum est
La pequeña localidad
islandesa de Grindavik amanece con todos los miembros de una familia
brutalmente asesinados. En uno de los países del mundo con menor tasa de
homicidios por habitante, el comisario de la Brigada de Homicidios de
Reikiavik, Ólafur Olafsson, se enfrenta al caso más escabroso que ha visto
justo en el ocaso de su carrera profesional. Pero muy pronto todas las pistas
empiezan a apuntar hacia un sofisticado asesino en serie, Augusto Ledesma, que
durante varios años ha ido componiendo una siniestra poética de versos regados
de sangre a lo largo y ancho de Europa.
Ante tales evidencias,
la INTERPOL decide poner al frente del caso al jefe de la Unidad de Búsqueda
Internacional de Prófugos, Robert J. Michelson, que se rodeará de un grupo
especial integrado por algunos «viejos conocidos» del asesino.
Sobre el autor....
Nací en Valladolid en 1974. Soy Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y Master en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid.
He desarrollado mi carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las Telecomunicaciones (Retecal), outsourcing (Grupo Norte) y la Industria Audiovisual (Canal Ocio Europa), hasta que en 2011, mi mujer y yo decidimos trasladarnos a Madrid con nuestro hijo para poder dedicarme en exclusiva a mi carrera de escritor.
En mayo del 2013 me otorgaron el Premio Racimo de oro de Literatura.
En septiembre del 2014 me concedieron la Medalla de Honor de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses.
En noviembre del 2014 me otorgaron el Premio Piñón de Oro.
Desde febrero del 2014 colaboro con El Norte de Castilla con una columna semanal en su sección de cultura llamada, "La Cantina del Calvo".
Mi opinión…
Sirvan estos, y no otros, los
versos que anhelo.
Sirvan a modo de reclamo, de
anzuelo.
Que no hay trucha sin mosca, ni
pato sin señuelo.
Sigan estos, y no otros, al
compás de las canciones.
Sigan a modo de sintonía, de
impresiones.
Que no hay ratón sin flautista,
ni flores sin balcones.
Sean estos, y no otros, mi cruel
llamada de auxilio.
Sean a modo de bienvenida del
exilio.
Que no hay trocitos de carne, ni
arte sin utensilio.
Porque no se estrechan lazos en
momentos fugaces.
Porque no son audaces los cuadros
sin trazos.
Porque no se pagan a plazos los
trágicos desenlaces.
Matémonos
a tortazos, a puñetazos
a garrotazos, a hachazos, a
balazos, pero matémonos ya, enemigo mío,
que morimos cabizbajos.
Esta es, sin duda alguna, una de las reseñas más complicadas
que he tenido que redactar hasta ahora. El motivo es tan claro como que se
trata de una trilogía tan, tan, tan buena que no sé ni por dónde empezar. Y
tampoco sé si podré transmitir hasta qué nivel que ha gustado (quedo rendida
ante la narrativa del autor) y lo que os quiero recomendar esta lectura. Porque
desde luego, es una de las mejores obras con las que me he cruzado desde hace
mucho tiempo.
He preferido hacer una reseña global de toda la trilogía
para ofrecerla de modo cerrado. Porque la trilogía se va encadenando de un
libro a otro y termina en un broche final perfectamente cerrado para mi gusto
(odio los finales abiertos)
La trama arranca en octubre de 2010, en Valladolid. Primero
vemos un escenario en el que se está torturando a una señora (luego volveremos
a este espacio y sabremos quién es) para rápidamente volver al hallazgo, un mes
antes, del cadáver de una joven a la que le han arrancado los párpados. La
víctima, además, tiene en la boca un poema.
Pronto conoceremos al asesino de esta chica y de muchos otros
más. Porque Augusto Ledesma, que así
es como se llama este personaje, comienza una macabra obra que le hará pasearse
por prácticamente toda Europa dejando tras de sí un buen rastro de muertes.
Pero no estamos ante un asesino de tres al cuarto. No.
Augusto es un ser extremadamente inteligente, amante de la música (a la que
vincula con su obra), con una difícil y complicada personalidad que proviene de
una infancia en la que sufrió malos tratos.
Augusto también es amante de la literatura y al igual que hace con la
música, vincula esta manifestación con sus terribles acciones. Y es que Augusto
es un consumado poeta que encuentra la inspiración en la música y que disfruta
mucho torturando y asesinando mientras consigue su objetivo: la inmortalidad.
Desde Valladolid hasta Trieste, Belgrado o Grindavik
(Islandia), Augusto Ledesma irá dejando parte de su obra para desesperación no
solo del inspector Sancho, sino de la propia Interpol.
Lógicamente, al tratarse de una trilogía los personajes que
aparecen en ella son varios. Ramiro
Sancho es el inspector de homicidios encargado de llevar a cabo la
investigación de los crímenes de este asesino en serie. Poco a poco, este caso
lo irá absorbiendo de tal manera que la relación que establece con Augusto y
con su obra le llega a lo más profundo de su ser.
Armando Lopategui
y su hija Erika son otros de los
personajes que aparecen de forma continua en la trilogía. Ambos son psicólogos
especialistas en la mente criminal y al igual que le pasa a Sancho, la
influencia de Augusto en sus vidas será terrible.
Solo os voy a hablar de estos personajes, que digamos son
los que permanecen fijos en la trilogía, y voy a pasar por alto a los otros
simplemente por no hacer una reseña demasiado extensa y con peligro de meter un
spoiler.
Aunque prácticamente me han gustado todos los personajes de
las novelas, la relación que se establece entre Ramiro Sancho y Augusto Ledesma
es la que más me ha seducido. Entre el inspector de policía y el asesino en
serie se establece una relación que podríamos calificar como de cacería, de un
juego macabro entre los dos.
La narrativa de César Pérez Gellida es de diez. Los tres
libros, y no es que anden escasos en páginas precisamente, se leen casi del
tirón gracias a la forma de escribir y a los giros que el autor mete en el
momento justo y que hace que la sorpresa del lector sea mayúscula. Simplemente,
estamos ante una maravilla de autor.
A los amantes de la música, esta trilogía os va a encantar.
Porque toda ella tiene su propia banda sonora (si buscáis por internet, existen
recopilaciones de todas las canciones que inspiran a Augusto)
Podría seguir hablando de estas tres novelas, pero no podría
dejar más claro lo que me ha gustado. Y no sé, si no lo habéis hecho ya, a qué
esperáis a sumergiros en ellas. Si lo habéis hecho, seguro que coincidís
conmigo en que se trata de una maravilla de obra. Si no la habéis leído…estáis
tardando mucho en hacerlo
Memento mori, Dies Irae y Consummatum est es una
trilogía que casi calificaría como maestra. Hacía tiempo que no leía nada del
género policíaco que me gustase tanto. El autor no solo representa una escena
criminal de aúpa, es capaz de meternos en la enferma y compleja mente de una
persona que disfruta matando.
Como colofón, solo puedo decir que tenéis que leer no solo
esta trilogía, sino todo lo del autor. Aquí en el blog están las reseñas de Khimera y Konets que aunque son obras independientes de esta trilogía (y supongo
que de la otra también) sí se rescatan a personajes de las primeras novelas.
- Imagen tomada de Google
- Datos del autor, sacados de su página web perezgellida.es
Esta trilogía es fantástica! Todavía no me he animado a leer las siguientes obras del autor. Pero caerán tarde o temprano.
ResponderEliminarBesotes!!
Tengo pendiente leer la trilogía entera. He leído la última trilogía que me gustó.
ResponderEliminarUn beso ;)